PERDIZ ROJA ESPAÑOLA

La perdiz roja (Alectoris rufa) es una especie de ave galliforme de la familia Phasianidae autóctona de Europa sudoccidental. Se extiende por Francia, la península ibérica y el noroeste de Italia, además de Córcega y las Baleares. Se ha naturalizado en el sur del Reino Unido, donde fue introducida como especie cinegética. Es sustituida en el sudeste de Europa por su pariente muy similar, la perdiz griega (Alectoris graeca). Coincide en la parte norte de su área de distribución con la perdiz pardilla (Perdix perdix).

Nuestra Perdiz Roja

De carácter enérgico, bravura natural  y gran potencia de vuelo, estas son las principales características que definen nuestras perdices.

Desde nuestro inicios gran parte de nuestros esfuerzos ha sido mantener la genética del la perdiz roja.

La perdiz roja mide entre 33 y 38 cm de longitud y pesa 450 gramos aproximadamente. Se caracteriza por tener un cuello robusto, la cola corta y un pico ligeramente curvado hacia abajo, de fuerte constitución y de coloración roja intensa, como su anillo ocular. Sus ojos están ligeramente rasgados hacia atrás y presentan un color pardo claro. El plumaje de sus partes superiores es principalmente pardo, con cierto tono rojizo en el manto. Su nuca posee un tono gris vinoso muy subido, con el píleo castaño grisáceo. El resto de la cabeza es blanca surcada por una lista negra que va desde la base del pico cruzando el ojo, y tras él se curva hacia abajo para enmarcar totalmente su garganta blanca a modo de collar. El pecho y la zona superior del abdomen son grises cenizos con tonalidad parda. El extremo inferior del abdomen y la porción inferior de la cola muestran una tona­lidad canela rojiza. En la zona de los flancos tiene una tonalidad gris clara, que se ve interrumpida por una serie de franjas transversales, donde se alternan los colores blanco, rojo y castaño, ribeteados por una sutil línea de color negro. Presenta un veteado negro en la parte superior del pecho, de color más intenso, más brillante y de más extensión en los machos. En sus patas rojas se presenta otra característica de dimorfismo sexual, ya que los machos poseen en la parte posterior de los tarsos una excrecencia de naturaleza córnea, llamada espolón (mayor de 8,6 mm). Las hembras, por su parte, carecen de este elemento o lo tienen de menor tamaño (menor de 8,4 mm). En ambos casos, las huellas de la perdiz son bastante características, debido a que el dedo frontal medio posee una longitud casi doble que la de los dos laterales, separados por un ángulo muy semejante, en tanto que el dedo posterior se sitúa en la misma línea que el frontal medio.5 También ambos sexos se diferencian en la longitud de las alas, mayor a 15,8 cm en el caso de los machos y menor de 15,4 cm en las hembras. Los juveniles son de tonos pardos más grisáceos y sin listas en los flancos, y pueden sexarse a partir de los tres meses de edad, cuando comienza a desarrollarse el espolón en los machos.

Certificado de pureza de nuestras perdices rojas otorgado por la Junta de Andalucía

Granja ``El Carbonero``