Cuando se recogen los huevos de las perdices fecundadas, los trasladamos a la zona de incubación. Esta parte de las instalaciones están preparadas con las más altas medidas sanitarias y preparada para asegurarnos una temperatura constante que nos garantice el correcto desarrollo de la cría.
Nos encargamos de recoger diariamente los huevos de la sala de almacenamiento, que cuenta con un sistema de refrigeración, y los trasladamos a la zona de incubación. Dicha zona dispone un gran número de incubadoras, las cuales, mantienen los huevos de las perdices para que nazcan en perfectas condiciones.
Los huevos son de un tamaño que se puede considerar como grande si se tiene en cuenta las dimensiones comunes de una hembra de perdiz roja. La forma de los huevos es ovoidea, redondeada en los dos casquetes, con color de fondo amarillento rojizo salpicado de pequeñas manchas marrones oscuras. Estos huevos son de una notable consistencia, hecho que probablemente se encuentre vinculado con la escasa protección que les brinda el tosco nido en el que son incubados.
Los procesos que cuidadosamente seguimos para el nacimiento de los perdigones, es muy similar en todo al que se utiliza en la reproducción de los de gallina.
1.- La selección del huevo ha de ser especialmente cuidadosa, descartando los muy sucios, rotos, o con formas desproporcionadas, incluso aquellos que tengan poca pigmentación.
2.- Los huevos se pueden almacenar por un periodo de 14 días, pero no es recomendable conservarlos más de 7 – 10 días, a una temperatura entre 12-16ºC y una humedad en torno al 70-80%. Hay que tener en cuenta que, a partir de estos 14 días, el huevo pierde, rápidamente, porcentaje de incubabilidad.
3.- La incubación del huevo se realiza en incubadoras normales, de las que se usan para incubar los huevos de gallinas, con una única excepción, la incubadora debe estar dotada, obligatoriamente, de ventilación forzada, para un mejor movimiento del aire.
4.- Los parámetros incubatorios son muy parecidos a los utilizados en la incubación de huevos de gallina, diferenciándose únicamente en el tiempo de eclosión del pollito, que en el caso de la perdiz se producirá después de los 23 días de incubación.
5.- Como decimos, la eclosión de los pollos se produce después de 23 – 24 días de incubación, aunque es muy posible que se puedan retrasar unos o dos días más. Durante los primeros 20 días es necesario voltear los huevos, por lo menos cuatro veces al día, mantenerlos a una temperatura constante entre 37,5 y 38 º C y con una humedad situada entre el 50-60%.
6.- El día 21 se pasan los huevos a la nacedora, cuyas pautas serán las siguientes: Se para el volteo de los huevos, la temperatura se situará entre los 36,5 y los 37,5 ºC. La humedad será, al inicio del 70%, bajándola al nacimiento del perdigón hasta el 60% y después al 40%, hasta que esté completamente seco.
Los pollitos deben permanecer 24 horas en la nacedora para que se sequen por completo, durante este tiempo se nutren de sus reservas vitelinas.